-Inspirada por casualidad-… «Vale más intentarlo,
que lamentarnos por no hacerlo».
Estando cerca al prado, me dispuse a mirar a todos lados. Vi un burro a lo lejos, que se tornaba algo inquieto. Parece ser que se ha perdido, o está algo sediento y se detuvo en el camino.
Y así comenzó, la historia de aquel amigo.
-Pero… ¿Qué he encontrado? Exclamó el burro asustado.
Se topó con un gran tesoro, una flauta de un zagalillo; quien, andando en aquel paraje, la olvido sin ningún motivo.
-Me acercaré un poco. Dijo sorprendido.
Detallaba sin premura, paso a paso dando brincos. Mostrando sus dientes finos, rebuznando sin sentido.
– ¡Ups! Sin querer, he dado un resoplido. Exclamó con mucho brío.
Sacó un sonido de la flauta; aunque muchos lo apreciaran como ruido. Pero, de pura casualidad… logro el cometido.
Moraleja: La aptitud y la actitud, siempre deben ir de la mano. La vida nos presenta oportunidades. A veces resultan bien, otras no tanto. Algunas son esperadas, otras inesperadas. Pero de todas, siempre aprendemos algo.
muy larga.