Fábula El Hombre Rico

Un hombre muy rico llegó a un pueblo que no conocía, no llevaba compañía, lo único que traía con él era su dinero, entró a una cantina y haciendo alarde, se sentó en una mesa,

Un hombre muy rico llegó a un pueblo que no conocía, no llevaba compañía, lo único que traía con él era su dinero, entró a una cantina y haciendo alarde, se sentó en una mesa, llamó al mesero y en voz alta se dirigió a él:

-Mesero, sirve a cada uno de los presentes lo que guste ¡yo pago!

El mesero obedeciendo la orden sirvió a cada uno de los presentes, que agradecidos, sonreían y trataban de ser amables con el desconocido, el hombre sintiéndose muy importante se acercó a la barra para hablar con el encargado.

-Quiero comprar la casa más grande de este pueblo, soy un hombre con mucho dinero y puedo pagar lo que sea.

El encargado bastante impresionado y muy servicial, se ofreció a ayudarlo.

-Estaré encantado de poder ayudarlo señor, ya mismo envío a uno de mis empleados a buscar esa casa para usted.

El hombre consiguió mudarse a una gran casa, donde hacia maravillosas fiestas y todo el pueblo comía, bebía, y hacia todo por cumplir los caprichos del hombre rico, este se sentía muy importante, tanto, que comenzó a tratar a todos como sus sirvientes, y ellos por disfrutar de los regalos y de todo lo que obtenían de él, soportaban su mal trato, altanería y humillaciones.

Tanto fue lo que el hombre rico gastó para impresionar y comprar la amistad y admiración de los habitantes del pueblo, que sin percatarse su fortuna se fue acabando, de pronto se dio cuenta que no tenía dinero, ya no había fiestas, ni regalos, y las personas del pueblo se fueron alejando, el hombre rico se quedó pobre y solo, quejándose de su suerte y reprochando que ahora nadie se acercaba a él.

Un día llegó de nuevo a la cantina pero esta vez todos lo ignoraban, caminó hasta el encargado hablándole en tono de reproche

-Es un pueblo de interesados, ahora ¿nadie me conoce?

El encargado respondió:

-Aquí nadie te conoció jamás, solo conocieron tu dinero, tu compraste la admiración de todos, nunca hiciste nada por ser amigo de alguien.

El hombre se dio cuenta de su gran error, nadie sabía cómo era, porque nunca mostró su personalidad, solo su dinero.

Moraleja: Si solo vales lo que tienes, no vales realmente nada.

3 comentarios en «Fábula El Hombre Rico»

  1. Está fábula es lo más parecido que uno puede ver en la cara de los políticos, en campaña prometen de todo y cuando llegan al poder no conocen a nadie, hasta que vuelve a quedar sin poder, lo bueno y lo malo que le puede pasar, es dependiendo de lo que haya hecho, sí usó el poder para ayudar, ésa ayuda no la olvida el pueblo, pero sí lo hizo para beneficio propio, pues ése mismo pueblo ya no lo reconoce

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