Fábula El rey embrujado

En una tierra muy lejana, vivía un rey que siempre había tenido un carácter alegre y ufano, pero un día, una malvada bruja, lanzó sobre él un hechizo que le agriaba el gesto y le

En una tierra muy lejana, vivía un rey que siempre había tenido un carácter alegre y ufano, pero un día, una malvada bruja, lanzó sobre él un hechizo que le agriaba el gesto y le hacía parecer malhumorado.

Durante muchos años, todos sus caballeros buscaron por todas partes a alguien que pudiera deshacer el hechizo y volver a su rey a la normalidad, pero todos sus esfuerzos fueron en vano.

Un día, cuando en el reino se estaba celebrando la fiesta anual de la cosecha, apareció una amable viejecita que se postró ante el rey y dijo tener la cura para su encantamiento.  Por toda medicina, sacó una pluma de oca y dijo que quien supiera utilizarla adecuadamente, acabaría con el hechizo.

Muchos de los más ilustres habitantes probaron a utilizarla, pero ninguno consiguió nada. El mejor médico del reino utilizó la pluma como bisturí para hacer una sangría al rey, pero éste no notó ninguna mejoría. El mejor hechicero, escribió con ella un encantamiento, pero tampoco halló ningún resultado. Y así sucesivamente con todos los sabios del reino.

Cuando ya habían desistido y dejaron la pluma a un lado, considerándola inútil, la pequeña hija del herrero, que siempre estaba jugando, cogió la pluma y, acercándose al rey, comenzó a hacerle cosquillas con ella. El rey  comenzó a reírse a carcajadas  e inmediatamente su rostro recupero el gesto risueño que siempre había tenido.

Moraleja: Muchas veces la solución se encuentra en las cosas más sencillas.

 

1 comentario en «Fábula El rey embrujado»

  1. Esta bien la fábula del rey embrujado esta fábula me enseñó que no te metas con una bruja o alguien que no conozcas . Gracias por la fábula luego me enseñas aser una fábula . Adiós , gracias por todo

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