Fábula El ruiseñor y el pelícano

Estaba un pelícano en un lago buscando peces para comer. Había días en los que no había demasiado alimento en el estanque, pero en esa ocasión, el agua rebosaba de peces por lo que el

Estaba un pelícano en un lago buscando peces para comer. Había días en los que no había demasiado alimento en el estanque, pero en esa ocasión, el agua rebosaba de peces por lo que el pelícano llevaba ya bastante tiempo devorando a sus presas disfrutando de la abundancia. Cerca de ahí volaba un ruiseñor que observaba la escena preocupado.

—Aunque ahora haya mucha comida, no deberías abusar —le dijo el ruiseñor al pelícano— el exceso nunca es bueno y hay que ser prudentes en la abundancia.

—¡Déjame en paz! —le respondió el pelícano enojado— yo sabré cuando parar

Después de escuchar estas palabras, el ruiseñor se fue volando y al poco tiempo, el pelícano comenzó a sentir un gran malestar en el cuerpo y aún así no dejó de comer. Instantes después, el estómago del pelícano reventó porque ya no pudo soportar más comida en su interior.

Moraleja: es importante reconocer tus capacidades y no abusar de la abundancia.

Deja un comentario