Ciro y Reno eran dos hermanos que les gustaba ir de cacería, se adentraban en la selva por horas buscando algún venado o animal que cazar y llevar a casa para cenar. Una tarde se adentraron en la selva más de lo acostumbrado. Tanto que no conocían el lugar donde fueron a dar. Sin darse cuenta, Ciro se alejó de su hermano y en pocos minutos, ya no sabía cómo regresar.
Reno al darse cuenta que Ciro no estaba, se angustió mucho y comenzó a gritar su nombre y a caminar por la cercanía tratando de encontrarlo, pero mientras más caminaba, más se angustiaba, se hacía tarde y si oscurecía en la selva, estarían en un gran peligro.
Mientras tanto, Ciro buscaba la manera de regresar al lado de Reno. De pronto escucho un ruido detrás de él y al voltear, pudo ver una leona que lo miraba y se acercaba lentamente. Ciro se pegó contra un árbol, temblando y sin dejar de ver al animal que caminaba hacia él. Cuando la leona ya estaba cerca de Ciro, una piedra golpeó su cuerpo, llamando su atención, la leona volteó hacia el lugar donde había salido la piedra y encontró a Reno, con su arma en mano.
– No matamos leones, pero si te acercas a mi hermano, no lo pensaré dos veces leona.
La leona cambió de rumbo caminando hacia Reno y amenazandolo con sus palabras.
– Soy rápida, muy rápida y necesito una presa ¿no quieres que me lo coma a él? Te comeré a ti.
Reno decidido a salvar a su hermano y sin bajar el arma, le respondió con tono de seguridad.
– Hagamos algo, si logras quitarme el arma antes de que yo dispare, me comes a mí y dejas ir a mi hermano.
La leona se quedó pensando conmovida y luego de un rato empezó a dar la vuelta para alejarse, mientras les decía.
– Su arma no es esa, sino el amor que se tienen. No me comeré a ninguno de los dos, se aman demasiado para separarlos.
Moraleja: El amor nos hace valientes y nos hace creer que podemos contra todo.
Me pareció bien y me gustó pongan más cuentos como estos
Y el autor